Marketing para Arquitectos: Muchos han aceptado el problema que existe entre la relación arquitecto-cliente, y todo esto se debe al aire de superioridad que adoptan miles de arquitectos desde el momento en que ingresan como estudiantes de arquitectura en las universidades.
Actualmente una gran cantidad de arquitectos se sienten muy superiores ante sus clientes, algo realmente negativo y que disminuye considerablemente el nivel comunicativo que debe existir entre ambas partes.
INDICE DE TEMAS
Problemas de superioridad del Arquitecto frente al cliente
El distanciamiento con los clientes
El distanciamiento con los clientes ha hecho «mucho daño» al gremio, al que invita a hacer autocrítica de «por qué hemos llegado a esto», en alusión a la escasa actividad que obliga a muchos profesionales a emigrar.
Los clientes se distancian cada vez mas de sus arquitectos, y por ende de la arquitectura misma. Esto ha traído como resultado que un gran número de arquitectos tengan que viajar al extranjero para trabajar en proyectos arquitectónicos que tienen mas finalidad personal que económica. En pocas palabras los arquitectos piensan primero en llenar el alma a la hora de realizar en sus diseños que en la búsqueda de una mejoría económica.
Los arquitectos tienen parte de culpa en la parálisis que padece el sector por un sentimiento de «superioridad» incubado en las escuelas, donde se forma a los alumnos «para marcar una distancia enorme con el cliente, para que todos seamos Le Corbusier«.
Algunos arquitectos adquieren un aire de grandeza y superioridad
En pocas palabras los arquitectos adquieren un aire de grandeza y superioridad desde el momento en que incursionan como estudiantes de arquitectura en las universidades.
Esto da como resultado que al momento de tratar con el cliente exista un distanciamiento, en donde el arquitecto evita traspasar esa barrera para pasar a entablar una relación un poco mas personal con el cliente.
Al final los proyectos se ven afectados, ya que al no existir una comunicación mas directa y amena los clientes no demuestran ni dan a entender sus verdaderas intenciones con el proyecto, y mucho menos dan a entender completamente sus necesidades con los mismos. Necesitamos acercarnos más al público, ser mucho más accesibles, normalizar la relación.
Sobrepasar la barrera entre un trato distanciado y personal
El arquitecto tiene que aprender a sobrepasar esa pequeña barrera entre un trato distanciado y uno mas personal con el cliente. Al final ambos lados resultarán beneficiados, ya que el cliente recibirá justo lo que necesita, y el arquitecto logra reconocimiento y mejoría económica. Al final todos trabajamos y laboramos en búsqueda de la satisfacción y la mejoría, tanto personal como económica.
«No debemos creer que por tener el título está todo resuelto. Queda todo por aprender y por demostrar» Lo cierto es que un título es solo un título, y por el simple hecho de habernos graduado como arquitectos no nos hace mejor que otros profesionales, ni mejor que los clientes.
El arquitecto inicia su verdadera trayectoria profesional tras recibir su título y empezar a ejercer la profesión como se debe. ¿Cuantos taxistas, pizzeros, obreros y peluqueros existen que se graduaron de la arquitectura y no supieron ejercerla correctamente? Este es un claro ejemplo de que un título que no se ejerce correctamente es solo un simple pedazo de papel.