Reparación de juntas de mosaicos.
Una de las cosas que hace que se visualicen como viejos y acabados los mosaicos son las manchas y algunas resquebrajadas. Esto se puede mejorar con una buena reparación. Dicha reparación es rápida, fácil y sobre todo es de bajo precio. El tiempo que se empleará en la reparación va a depender bastante de la cantidad de juntas. Las herramientas y materiales que se necesitan para llevar a cabo este trabajo son:
- Sellador de juntas y toalla seca
- Llana para juntas, lechada y trapos
- Espátula de goma o esponja para juntas
- Sierra para concreto y palillo redondeado
- Solución de vinagre y agua a partes iguales
Es importante que al retirar la lechada vieja que posee la junta, se proteja los ojos. El tipo de material o lechada a utilizar dependerá del ancho de las juntas y del lugar en donde se localicen. Las lechadas se preparan de 4 formas: con arena, sin arena, de látex acrílico o resina epóxica. La lechada se extiende con la utilización de una llana, en cuanto a los empañamientos ocasionados son retirados con la utilización de toalla seca. Los pasos a seguir son los siguientes:
- Hay que limpiar el área afectada con agua y vinagre. Se retira la lechada vieja con la ayuda de una sierra para concreto.
- Se humedecen las juntas con agua. Según las instrucciones que da el fabricante hay que mezclar la lechada que se va a utilizar.
- Mezcle la lechada según las instrucciones del fabricante, una vez mezclada se extiende con una llana en las juntas.
- Alise la superficie de las juntas con un palillo redondeado. El exceso de materia se quita con una espátula de hule o una esponja húmeda.
- Cuando se esté secando el material hay que limpiar con un trapo húmedo los mosaicos. Entonces se lustran los mosaicos con una toalla seca.