Atendiendo a su disposición en relación con otros componentes de un edificio, pueden distinguirse estos tipos de columnas:
- Columna aislada o exenta: La que se encuentra libre y separada de cualquier cuerpo de la edificación.
- Columna adosada: La que está yuxtapuesta a un muro u otro elemento de la edificación.
- Columna embebida: La que aparenta estar parcialmente incrustada en el muro u otro cuerpo de la construcción.
En razón de su pertenencia a alguno de los órdenes arquitectónicos clásicos, la columna puede ser:
- Columna dórica.
- Columna jónica.
- Columna corintia.
- Columna toscana.
- Columna compuesta.
Tomando el todo por la parte, es habitual clasificar las columnas según el tipo de fuste que posean. Así, cabría relacionar las siguientes:
- Columna estriada o acanalada: Aquella cuyo fuste posee estrías o acanaladuras ornamentales en toda su longitud.
- Columna fasciculada: La que tiene fuste compuesto, esto es, formado por una serie de otros delgados fustes agrupados.
- Columna salomónica: La que tiene fuste torsionado en forma de espiral.
- Columna agrupada: La que posee varios fustes con una basa y capitel comunes.
El arte románico y el gótico han dado lugar a una gran variedad de columnas cuyo estudio corresponde a las monografías dedicadas a dichos estilos arquitectónicos. Columna conmemorativa. Un caso singular lo constituye la llamada columna conmemorativa. No se trata de una pieza estructural de ninguna construcción, sino que constituye en sí misma un monumento evocativo de algún hecho o personaje. Sobre un alto podio se levanta un fuste de grandes dimensiones decorado con bandas de bajorrelieves que cubren toda su superficie, y en el extremo superior, a modo de pináculo, puede alzarse una figura o estatua. Los romanos la utilizaron para conmemorar acontecimientos de relieve nacional o para glorificar a sus emperadores.
Son célebres la columna trajana levantada en torno al año 113 adC en el Foro de Trajano, en Roma, para celebrar la conquista de Dacia, o la columna de Marco Aurelio que se erigió en el foro de Antonino hacia 180 adC (hoy en la plaza Colonna de Roma) para conmemorar las victorias sobre los germanos. En épocas posteriores a la del imperio romano se ha seguido recurriendo a este tipo de monumento triunfal del que son cabales ejemplos la columna Vendôme de París dedicada a Napoleón Bonaparte o la columna de Nelson en la plaza Trafalgar de Londres. (Enviado por: Pedro B.. Marquez, Fuente oficial: Archivo de consulta personal…)