Los Biombos.
Los biombos suelen utilizarse de diversas formas, ya que cumplen la función de elemento decorativo, como una pieza básica en un atelier, así como también tiene funciones utilitarias que van más allá de la decoración, pues ayudan a separar ambientes o para ser un límite divisor de cualquier espacio.
Este término es de origen japonés, al igual que el biombo en sí. En sentido figurado el significado de la palabra es pantalla de protección contra el viento, objetivo para el cual se creo el artefacto. Al paso del tiempo, ha sido diversificado el diseño y la función del mismo.
Originalmente eran de un gran tamaño, se trataba de varias hojas unidas con bisagras y tenían paisajes típicos, ornamentación característica y caligrafía, se elaboraban totalmente de forma artesanal. Tras siglos de haber sido creado, aun continua vigente, habiendo pasado por diseños rústicos, refinados, sobrios, informales, incluyéndose en prácticamente toda clase de decoraciones. Se puede decir que entre los más excéntricos se encuentra el biombo en el que se incluye vidrio en sus hojas, además de la técnica creativa y colorida por excelencia del mismo, que es el vitreaux. Otros de los materiales más usuales son la madera, el acrílico o el mimbre.
La creación del mismo en cuanto a forma y materiales, depende básicamente del lugar en que será colocado, pues para los pisos modernos, de estilo minimalista por ejemplo, el más conveniente es el de madera liviana, tanto laqueada, como del color que predomina en el espacio. Cuando se trata de casas antiguas, se pueden colocar biombos especiales, que han sido elaborados con elegantes marcos y patitas repujadas, lo cual incrementa el buen estilo del ambiente. En ambientes más sofisticados, y jóvenes, se pueden incluir diseños más atrevidos, en los que se incluyan colores, texturas, motivos geométricos o alternativos.