Tratamiento de los laterales de la vía.
Los laterales de una carretera comprenden sus zonas adyacentes, es decir, excluyendo el hombrillo y la divisoria central de las carreteras separadas, las áreas que comúnmente se llaman derecho de vía. Estos tienen cuatro funciones: servir como áreas de reservas para la aplicación de la vía, permitir el mantenimiento, contribuir a la ornamentación y dar posibilidades al esparcimiento de los usuarios de la carretera.
De estas cuatro funciones, relacionada con la estética vial la ornamentación, pues el lateral se presta a ello cuando en el se siembra árboles y otras especies vegetales que contribuyen a dar al paisaje de la carretera una visión agradable y refrescante. Para promover la seguridad en el tráfico y para proveer un medio de transporte atractivo y atrayente para el público automovilista, es necesario el restablecimiento del equilibrio ecológico entre las vías y sus laterales. Es por ello que, de las tantas facetas del desarrollo de los laterales, la conservación de los suelos, la conservación de la vegetación y la conservación de las vías naturales a lo largo del derecho de vía son aspectos que deberán haberse tenido en cuenta desde las primeras etapas de selección de la ruta, ubicación del trazado y proyecto de la carretera.
A menos que así se haya hecho, la oportunidad para una solución económica y efectiva del problema de reducir la tensión del manejo y adaptar la carretera al paisaje circundante se habrá perdido. Los laterales de la carretera, cuando son proyectados con ancho adecuados, hacen posible la transición agradable entre las líneas y siembra a los lados de la carretera y las pendientes y vegetación naturales de las tierras adyacentes; permiten el encubrimiento de los feo y provee áreas de seguridad, descanso y miradores desde donde contemplar la belleza natural desplegada. Mas artículos sobre: Las carreteras