Viviendas alternativas.
Día tras día vemos como se incrementa el porcentaje de personas que carecen de vivienda, cuando hay millones de casas desocupadas a causa de hipotecas y embargos. Esta es una de las tantas razones por las que numerosas familias se han visto en la obligación de renunciar a su hogar y es donde toman protagonismo las viviendas alternativas.
Se dan casos en que ciertos lugares de recreo o turismo, entre ellos campings, autocaravanas, hoteles y embarcaciones, pasan a ser residencias permanentes, pues las personas consideran que resulta más económico, aunque no siempre es así. Es sabido que con el desempleo y la crisis económica es necesario emplear nuestra creatividad e ingenio, además de ciertos sacrificios para conservar el nivel de calidad de vida que llevamos, pues el agrietamiento económico ha afectado tanto a los sectores más vulnerables de la sociedad como a la clase media.
Sin importar la circunstancia del usuario, en el momento en que los gastos superan los ingresos, es preciso tomar ciertas decisiones, momento en el cual las viviendas alternativas son una de las opciones, tanto vivir en un barco, un hotel o un camping, entre otras opciones. Estas alternativas requieren una inversión inicial y resulta más costoso que compartir vivienda o alquilar un piso, por lo que se sugiere estudiar las variantes antes de lanzarse a una de ellas. Comprar un yate de segunda mano puede ser más barato que un piso, pero el mantenimiento es más costoso, pues hay que añadir a ello un seguro de responsabilidad civil, daños y accidentes, entre tantas cosas que acumulan un 10% del valor de compra, además del combustible y de los arreglos interiores.
Otra opción es vivir en un hotel, tras una investigación realizada en la que se afirma que vivir largas temporadas en un hotel en ocasiones resulta más barato que alquilar un piso, pues aquí se incluyen los servicios básicos. El problema con ello es que generalmente los precios más convenientes lo tienen hoteles que se encuentran un poco alejados del centro de la ciudad y en este caso hay que sumar el gasto extra de transporte o combustible, además de la alimentación o lavandería. Una caravana, es otro de los modelos utilizados actualmente, pero para ello se necesita el coche que la traslade, además de los gastos de la parcela que se ocupe, pues vivir en un camping es ilegal y solo se permite residir en esta situación 180 días al año. Con estas opciones se podría decir que lo mejor es lo seguro, un piso, ya sea compartido o alquilado.