LAS ZONAS RECREATIVAS Y SU FUNCIÓN DE CONTROL.
Esto tiene de por si una importancia muy grande en el análisis de la problemática urbana en general, pero para el caso que nos ocupa producción y/o consolidación de un espacio para la recreación urbana, un escenario urbano de la recreación, tiene connotaciones aún mayores. En efecto, lo que se introduce con e funcionalismo y se racionaliza con la instauración de la zonificación es una revolución en el tipo de relaciones que se establecen con el espacio.
Al designar cada espacio a una función especifica y por ende diseñar- lo para que allí se realice sólo dicha actividad y por la zonificación y el plan vial establecerle únicamente un tipo de relaciones espacio temporales con las demás cuadriculas que lo rodean lo que se hace en realidad es vaciar ese determinado espacio de contenido, impedirle que pueda servir para alguna otra actividad: y en lo que toca con los habitantes (ocupantes y usuarios) lo que se hace es cortarles la libertad de establecer sus propias referencias espacio temporales en el y con el.
En este movimiento se producen posiciones encontradas en dos sentidos:
a) Por un lado, se establece una acción contra las formas vernáculas de uso y ocupación de! espacio público en las cuates se ha dado tradicionalmente una relación de tipo espontánea, colectiva, natural: el espacio funcionaba para lo que socialmente se necesitaba y en el momento que fuera preciso.
El espacio era multifuncional en la medida en que se diversificaba’ Claro que al mismo tiempo y desde el punto de vista de las relaciones sociales capitalistas era un espacio que a menos aparentemente era sumamente difícil de controlar, de programar.
b) Por otro lado, se da una contradicción generada por la misma forma de producción de las estructuras arquitectónicas y urbanísticas que componen el espacio urbano. En la medida en que esa construcción tiene que consultar y utilizar las formas productivas dominantes, en esa misma medida el desarrollo de las fuerzas productivas crean condiciones para la aparición de una tendencia de la población a implementar formas de uso socializadas.
Aquí el enfrentamiento es mucho mas directo pues el capital tiende a socializar al máximo los costos de la producción de las mercancías pero no permite de ninguna manera la socialización de la propiedad sobre ellas y como se sabe, en este tipo de sociedades la posibilidad del uso de una mercancía pasa necesariamente por su apropiación, por su compra. Este ese! contexto en el que resulta el inevitable sentido represivo de la planificación de un espacio urbano determinado para la recreación. En el terreno espacial, la necesidad y la posibilidad de construcción de una zona recreativa, o de una red o sistema de zonas.
Recreativas, sólo puede aparecer como un requerimiento social que garantice o ayude a garantizar e control de una determinada cantidad de tiempo social que ha sido asignado corno tiempo libre para la recreación y que por diversas circunstancias, generalmente estructurales, no se ha asignado para acelerar el proceso de circulación mediante la activación del consumo o que tampoco cabe en los campos de control ideológico y político institucionales como la iglesia, el partido político, etc.
Su espacialidad logra una ubicación definida en el conjunto del funcionamiento social, aunque con carácter estrictamente ideológico, porque la tendencia dominante en el desarrollo Capitalista, mediante la especialización de la función de tiempo y del espacio, es `a vaciar de cualquier contenido extraño las actividades que se realizan cotidianamente, En esta persistencia desaparece la connotación lúdica que tiene el diario vivir y se pretende concentrada en una actividad estrictamente recreativa, con lo cual, y no tan paradójicamente como pudiera pensarse, también ésta queda vaciada de su potencial cultural y creativo Por esto es por lo que casi siempre se encuentra alejada de la actividad cultural, colectiva.
Artística y toma más bien las formas de la diversión-distracción, la masificación de las actividades que garantizan el comportamiento pasivo e individualista y el procedimiento de a serialización y repetición insulsas, De esta manera se materializa la vigencia de un espacio que simple mente sirve de receptáculo a la tendencia del capitalismo a mantener encerrada, enclaustrada a la población. Para el caso poco importa que los recintos no tengan una cubierta completa: caso de los estadios lo importante es que se pueda abrir y cerrar a disposición del aparato que controla.
Además, en término de la arquitectura, la configuración espacial contribuye a la masificación y pasividad de la actividad recreativa, porque refuerza e carácter de espectador que tiene c individuo. Espectador sujeto a un espectáculo en el cual no tiene ninguna injerencia; se le presenta al cliente: una película. un concierto, una obra teatral, una telenovela, un partido de fútbol. De allí que siempre los recintos-espacios dedicados a la actividad recreativa tienen una estructura similar: la población se sienta a esperar la presentación y no tiene, tampoco en los sitios públicos, ninguna posibilidad de modificar o recuperar ese espacio. (Colaborado por: Raul Nolasco Kipes, Argentina, Fuente: PLAN CONTRA LA RECREACIÓN DE LA CIUDAD )