Esta espectacular arquitectura fue descubierta por vez primera en la isla de Creta por Arthur Evans en el año 1900, donde se encontraron las ruinas de tres palacios reales que son Knossos, Fetsos y Hagia-Triada. Estos palacios se encentraban cercas de grandes murallas defensivas y cerca de construcciones elaboradas a base de piedra labrada a escuadra.
Se caracterizaba por tener inmensos patios y se conformaba a través de variadas salas que eran adornadas con pinturas al fresco, donde se pueden apreciar hermosas escaleras monumentales y plataformas.
Todos los palacios tenían una sala principal y vestíbulos que eran rodeados por columnas que realizaban un soporte secundario, ya que los muros ofrecían un soporte primario. En todas las construcciones se pueden apreciar algunas características de la arquitectura cretense como es el uso de arquitrabes rematados en terrazas, los muros de mampostería y piedra, el pilar y la columna como soportes, los suelos a base de tierra batida, y los techos adintelados.
Todos los palacios construidos por esta civilización se caracterizaban por una serie de elementos en común como es su funcionalidad, su ubicación en lugares elevados, su independencia económica, su carácter abierto, por el uso de habitaciones lujosas decoradas con pintura, por su trazado asimétrico y laberintico, por el uso de baños de piedra, etc.