La sola idea de tener que trabajar sobre el cristal a veces causa temor, pero la verdad es que si tenemos en cuenta algunos consejos muy básicos de cómo pintar cristal podremos hacerlo sin ningún problema.
Ya sea que se trate de copas, platos, ventanas o cuadros, etc. tu puedes renovarlos y darle una imagen diferente tomando tus pinceles y pinturas y coloreándolos como más te guste.
Si nunca antes has pintado sobre vidrio, no te preocupes. Este será el momento perfecto para empezar y aprender la técnica. Veras como luego podrás darle ese toque decorativo a todos los objetos de cristal de tu casa.
La preparación siempre es fundamental es por eso que nosotros en todos los post dedicados a la pintura les aconsejamos no escatimar en tiempo cuando se trate de la preparación siendo que, si el material no pasa por este proceso, puede restar mucha calidad al resultado final.
Lo primero que haremos es limpiar el cristal que vamos a pintar. Quizás este tenga acumulaciones de grasa y suciedad, más que seguro si se trata de utensilios o adornos que se encuentran permanentes en la cocina, y todo esto no permitirá que la pintura se adhiera como debería hacerlo.
Limpiar el cristal es muy sencillo. Primero lo lavaremos con agua jabonosa y una esponja, enjuagaremos bien para retirar todo el detergente, secamos con un paño limpio y luego limpiamos con un algodón o gasa humedecida en alcohol blanco.
El segundo paso será el transferir el diseño a pintar. Esto también es bastante fácil ya que tenemos la ventaja de que se trata de un material transparente.
Solo tendremos que imprimir el diseño y colocarlo por detrás del vidrio (o en su interior en caso de que se trate de frascos o recientes). Luego con un lápiz especial para dibujar sobre cristal trazamos las líneas del diseño y así lo vamos transfiriendo al cristal.
Si nos gusta como ha quedado, entonces si tomamos el delineador negro y volvemos a trazar cada una de las líneas para luego poder continuar con el llenado de pintura.
Este paso se trata de rellenar con pintura cada uno de los espacios delimitados por las líneas. Puedes utilizar un pincel o un gotero, muchas personas deciden utilizar este último porque es más sencillo, pero si prefieres de la forma más clásica entonces usa un pincel. La idea es aplicar pintura generosamente en caso de que querías colores intensos o pintura diluida con agua para crear efectos de transparencias.
Si tienes que rellenar áreas grandes, entonces lo mejor será utilizar una esponja.
Por ultimo, aunque ya no es un paso obligatorio pero si muy recomendado, aplicaremos una capa de barniz para cristal. Esto le dará a los colores una apariencia más brillosa y además los protegerá para que no se borren con el lavado o el uso.
Ten en cuenta que si se trata de un elemento de cocina es importante que la pintura no toque los alimentos. Por ejemplo en el caso de las copas tendremos que dejar algunos centímetros del borde (donde se apoyan los labios) sin pintar.