Es increíble ver las enormes diferencias entre la vivienda de una persona pobre, y la de una rica. Cada quien se arropa hasta donde le da la sabana, pero en la mayoría de los casos la sábana se queda corta, o se pasa de longitud. Hace una semana tuve la oportunidad de visitar a dos de mis mejores amigos. Uno de ellos es pobre, nacido de una familia muy humilde. El segundo es un rico de cuna, y vive con todos los lujos que un ser humano puede desear.
Matos nació de las manos de una simple parturienta casera, ya que sus padres no tenían el dinero para pagar un hospital para el parto. Su padre es un simple albañil que trabaja para obras públicas. Su casa es pequeña, simple pero funcional; con paredes de cemento y piedras, techo de zinc, pisos de cemento, ventanas de madera… Si comparamos su vivienda con una casa ordinaria ésta se queda corta en tamaño. En las noches de lluvia dormir es dificil, ya que tienen que estar pendientes a las mil goteras que caen en toda la casa, y así evitar que se dañen los equipos electrónicos y parte del mobiliario.
Matos me comenta que el está acostumbrado a vivir de esta forma, pero que no estaría de más tener mas espacio. El agua potable la envían todos los sábados por dos horas, y la luz viene y va a cada momento. Matos da gracias a dios que existe la luna, porque gracias a ella sus noches no son tan obscuras.
El sueldo mensual que gana la familia da para comer, y muy bien, pero no para arreglar los muebles, la nevera, la estufa… «Lo importante aquí es la comida», decía Matos con una enorme sonrisa. Dos horas en casa de Matos me hicieron sentir muy especial. Se respiraba un ambiente de alegría y de paz que nunca he respirado en otro ambiente familiar. Quizás no tienen una cómoda casa en donde vivir, pero viven como reyes. Dos horas después me despedí de la casa de este gran amigo, para visitar a un segundo, ya que teníamos una reunión pactada.
Tras salir de la humilde casa de Matos me dirigí a la residencia de mi gran amigo Carlos. Tras llegar a la entrada de su casa lo primero que me encuentro es a un vigilante gruñón que me pide identificación. Le dejo mi carnet de identificación personal y paso a la residencia, una mansión enorme que se ve a la distancia. Por suerte lo difícil ya lo había pasado, que era que el vigilante me recibiera correctamente, aunque en su rostro se le veía un estado de mal humor.
Es increíble ver como viven los ricos. Antes de llegar a la entrada principal de esta enorme casa tuve que pasar por dos enormes jardines y un pequeño lago en donde habitan una pequeña variedad de aves y peces. En los jardines habían varias estatuas de estilo gótico, y la fachada de la casa era realmente impresionante. Lo curioso del caso fue ver estas estatuas con estilo gótico en el jardín, cuando la casa era completamente ecléctica.
Dos minutos después me recibe mi amigo Carlos, y me hace pasar a la sala, y creanme: QUE SALA. Creo que el tamaño en donde estábamos sentados era mas grande que la humilde casa de Matos. El estilo clasico-ecléctico reinaba en todo su esplendor, tanto en mobiliarios, decoración interior, así como los equipos de TV, plasma, Componente de audio, etc.
El padre de Carlos es un negociante de primera. Importa automóviles de los Estados Unidos, y los vende a un menor precio aquí en el país. Por cada auto que trae se gana el 25% tras la venta (Mensualmente trae mas de 200 autos de EE.UU para vender, así que calculen ustedes).
Gracias a dios que a mis dos amigos les va muy bien en cuanto a sus relaciones familiares, pero lamentablemente en cuanto a la forma de vivir son casos completamente opuestos. Mientras Carlos duerme en una enorme cama, con aire acondicionado, agua caliente, baño propio con Jacuzzi, sabanas de seda; Matos duerme en una camita de madera que le hizo su padre hace 6 años, se baña en una pequeña letrina en el exterior de la casa, y se arropa hasta donde le de la sábana… Pero lo importante aquí, y que me tiene muy feliz, es que aun con estas diferencias, mis dos mejores amigos se llevan muy bien entre sí, y los tres nos consideramos: LOS MEJORES AMIGOS DEL MUNDO…
Ahora bien, según el titulo de esta publicación, ya hablamos de la casa del pobre y del rico, así que se imaginarán quien es el feo. Mi casa es intermedia, no tan lujosa como la de Carlos, pero tampoco tal humilde como la de Matos, sinó el intermedio, una simple y cómoda casa de clase media.