Aceros estructurales.
Hoy en día, los aceros estructurales son uno de los materiales de construcción de mayor importancia a nivel mundial. Por muchas características deseables, los aceros estructurales han llevado a que se utilicen en una gran variedad de aplicaciones.
Los aceros estructurales están disponibles en muchas formas de productos y ofrecen una alta resistencia inherente. Tienen un módulo de elasticidad muy alto, de manera que las deformaciones bajo cargas son muy pequeñas.
Además, los aceros estructurales poseen una gran ductilidad (capacidad a deformarse); tienen una relación esfuerzo-deformación unitaria en forma lineal, incluso para esfuerzos relativamente altos y su módulo de elasticidad es el mismo a tensión que a compresión. Por tanto, el comportamiento de los aceros estructurales bajo cargas de trabajo puede predecirse de forma exacta por medio de la teoría elástica. Además, como se fabrican bajo condiciones de control, garantiza una calidad uniforme.
Los aceros estructurales incluyen un gran número de aceros que debido a su economía, resistencia, ductilidad y otras propiedades son apropiadas para miembros que se cargan en una gran variedad de estructuras.
Los perfiles y láminas de acero que se destinan para su uso en puentes, edificios, equipos de transporte, etc., se sujetan en general a las especificaciones de la ASTM (American Society for Testing and Materials), que suministra la calidad del acero de acuerdo a los requerimientos de la ASTM A6.
Por lo general, los aceros estructurales incluyen aceros con una clasificación del límite de fluencia que va de 30 a 100 ksi. Los niveles de resistencia variados se obtienen por la variación de la composición química y el tratamiento con calor.
El esfuerzo en el que se presenta un incremento brusco en el alargamiento o deformación sin un incremento correspondiente en el esfuerzo es el esfuerzo de fluencia. Este esfuerzo es la propiedad más importante del acero, ya que muchos procedimientos de diseño se basan en este valor. Dentro de este límite se presenta la deformación elástica. Más allá de este valor hay un intervalo en el que ocurre un incremento en la deformación sin incremento del esfuerzo.
A dicha deformación se le conoce como deformación plástica, la cual es de diez a quince veces mayor que la deformación elástica. Después de la región plástica se tiene una zona llamada endurecimiento por deformación en la que se requieren esfuerzos adicionales para producir deformaciones mayores.