Construccion de baños ecologicos. Gracias al colaborador Pedro E. Estilla por enviarnos esta información...
El 15 de agosto la costa central del país fue epicentro de un terremoto de grado 7,9 que afectó al departamento de Ica, especialmente las provincias de Ica, Pisco, y Chincha; así como algunas provincias de Lima y Huancavelica. La magnitud del sismo dejó más de 500 víctimas, las ciudades capitales devastadas y los servicios de agua y saneamiento afectados en distintos niveles, cuya recuperación tomará un tiempo prudencial. La respuesta de las agencias de cooperación y las autoridades fue inmediata con acciones de emergencia; luego las autoridades han creado el Fondo de Reconstrucción del Sur (Forsur), como organismo encargado de centralizar la reconstrucción.
Sin embargo, durante el sismo y en la fase inmediatamente posterior se observó que el país no tenía actualizados sus sistemas de atención de emergencia y que la mayoría de la población no tenía la información y orientación mínima para actuar en forma apropiada. El Sistema Nacional de Defensa Civil (Sinadeci) hizo evidentes sus limitadas capacidades para actuar en momentos de crisis o emergencia. Por ello, a la fecha, pasados más de mes y medio, todavía el país no dispone de un informe sobre la situación real de los servicios, entre ellos, los de agua y saneamiento. Los organismos del sector están trabajando para actualizar dicha información, pero no se tiene un conocimiento de la situación en toda el área urbana, las pequeñas ciudades y el área rural. Se estima que son más de 80 mil viviendas destruidas, de las que más de dos tercios estarían en el área rural y pequeñas ciudades. Un tema de especial interés es conocer la situación de los servicios de saneamiento y disposición de aguas residuales y excretas.
Esta información es importante no solo para actuar de inmediato y prevenir posibles epidemias sino también para estimar el esfuerzo que se debe realizar en la inversión. Por otro lado, el terremoto ha puesto de manifiesto el gran esfuerzo de coordinación que se deberá realizar entre las autoridades de distinto nivel, a fin de atender con la mayor rapidez a las familias afectadas, y garantizar la eficiencia y eficacia en las inversiones. En ese esfuerzo, desde el Comité Intersectorial de Agua y Saneamiento y con el apoyo de la Cosude, se ha iniciado un primer acopio de información sobre los servicios de agua y saneamiento en la zona afectada. Para avanzar, se deberá diseñar una estrategia con un enfoque multisectorial que facilite una intervención integral y se atienda el área urbana, las zonas periurbanas, las pequeñas ciudades y el área rural, estableciendo:
i) Los mecanismos de participación y concertación de manera transparente, con todos los actores regionales.La reconstrucción se debe sustentar en la participación de las organizaciones de la sociedad y del Estado, orientados a metas para el desarrollo regional. Sería un error enfatizar solo el componente de infraestructura o urbanístico, al margen de la participación ciudadana.
ii) Los alcances de las inversiones en infraestructura para el área urbana y rural, en las que se deben incluir tecnologías no convencionales para los servicios como el Condominial. Las inversiones del Estado, de las agencias de cooperación y del sector privado, se deben coordinar a fin de mejorar la eficiencia y el impacto en la reconstrucción.
iii) Mecanismos que mejoren la capacidad de gestión de las inversiones y de los servicios básicos. La asistencia técnica de los gobiernos locales a las juntas administradoras de los servicios de saneamiento (JASS) rurales, desde las municipalidades distritales, y la asistencia técnica y capacitación a los gobiernos locales y regionales deberán ser un componente de la fase de reconstrucción. El Comité editor .