A diferencia de las propuestas utópicas del urbanismo moderno, que propiciaban ciudades a nuevo por doquier y edificios modelo, repetitivos e iguales o, en ámbitos naturales una Arquitectura asociada a una suerte de “máquina de habitar”; y con una incontaminada relación contextual; esta corriente, asume la irreversibilidad y permanencia de los fenómenos urbanos, en tanto creaciones colectivas y complejas de la Cultura.
En obras nuevas, propician así una “Arquitectura dialógica” con los precedentes de lugar y memoria. Podemos referirnos a dos procedimientos dentro de esta modalidad comunicante del diseño: uno urbano, en relación con lo inmediato construido y al análisis de las consecuencias de una inserción sin “ruidos formales” o gestuales con sus vecinos preexistentes, atenta a sus trazados, modulaciones, alturas anchos y profundidades; la relación de llenos y vacíos, etc.
Y otro regional, tomando los recursos e imágenes culturales más amplios, que arroja un paisaje folclórico construido o natural, como las tipologías funcionales, los materiales y sistemas constructivos; las sugerencias del paisaje, etc. Diálogos que se resuelven también a partir de la no alteración con intervenciones edilicias, la “memoria colectiva” de los lugares ni sus relaciones antropológicas, formales y artísticas.
Frente al fenómeno del uso de ciudades históricamente surgidas, mediante diversas tipologías y particularidades ambientales, Rossi denomina “locus” a “aquella relación singular y sin embargo universal que existe entre cierta situación local y las construcciones que están en aquel lugar… determinado por el espacio y por el tiempo, por su dimensión topográfica y por su forma, por ser sed de vicisitudes antiguas y modernas, por su memoria.”
Este concepto, a tener como premisa ante un diseño, permitirá considerar antes de cualquier intervención física que “la ciudad misma es la memoria colectiva de los pueblos; y como la memoria está ligada a hechos y a lugares, la ciudad es el ‘locus’ de la memoria colectiva. Esta relación entre el ‘locus’ y los ciudadanos llega a ser, pues, la imagen preeminente, la Arquitectura, el paisaje; y como los hechos vuelven a entrar a la memoria, nuevos hechos crecen en la ciudad”. Esta tendencia no exhibe patrones formales ni preferencias materiales, que no sean las que sugiere el mismo entorno en las producciones a nuevo.
También ante obras persistentes y en consenso con los demás agentes de una comunidad, se opera profesionalmente mediante diferentes recursos como el de la PRESERVACIÓN (puesta en valor) y dinamización de los edificios patrimoniales. El RECICLAJE (recuperación para usos nuevos) de edificios de alto valor cultural o estético. Y el RESCATE (o puesta en valor) de ámbitos de significación social o histórica, detrimentados o ignorados por el (ya comentado) progreso a ultranza. En esta modalidad podremos incluir los siguientes ejemplos:
- 1978- la Sede de ATC, Buenos Aires, de Manteola, Sánchez Gómez, Santos, Solsona y Vignoly.
- 1979- el Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, de Clorindo Testa y asociados.
- 1982- el Paseo y Centro de Diseño, Recoleta, Buenos Aires, de Clorindo Testa.
- 1983- la Casa en San Martín de los Andes, Neuquén, de Lacroce, Miguens, Prati.
- 1984- el Conservatorio Satie, París, de Christian de Portzamparc.
- 1986- la Casa en Palermo Viejo, Buenos Aires, de Jorge Hampton.
- 1987- la Casa Rancho en Santa Fe, California, de Ricardo Legorreta & architects.
- 1988- la Casa en el Rio Salado, Chascomús, Bs. Aires, de Lacroce Miguens, Prati.
- 1989- la Melson Fine Arts, Universidad del Estado de Arizona, de Antoine Predock.
- 1989- el Conjunto de viviendas de la Kochstrasse, Berlín, de Aldo Rossi.
- 1990- la Casa en el Cerro, Santa María de Manquehue, Santiago, de Cristian Undurraga y Ana Deves.
- 1993- la Casa en Sonoma, Los Ángeles, California, de Legorreta & architects.
- 1996- las Galerías Pacífico, Buenos Aires, de Juan Carlos López.
- 1998- el Spencer Theater for the Performing Arts, Alto, Nueva México, de Antoine Predock.
– el Centro Cultural y Atlético Mycal, Hyogo, de Emilio Ambasz. 2001- el Wallrag-Richartz Museum, Colonia, de Oswald Mathias Ungers. Gracias a Ana María Gruñón por colaborarnos este artículo para ser publicado en ARQHYS.com.