En la arquitectura vanguardista uno de los ejemplos más importante es el inigualable museo de Guggenhein Bilbao, del arquitecto Frank Gehry.
Su forma arquitectónica se caracteriza por el dinamismo, provocado en un impecable impacto visual. Cabe señalar que este impacto no solo por su forma, sino por mantenerse al margen de las últimas tendencias en los materiales, con el cual fue construido.
Estos en su mayoría materiales atípicos; como el titanio, utilizado por su resistencia y peso ligero, en sustitución del aluminio, observándose a su vez, como piel metálica. Este material fue combinado con grandes muros de cortina en cristal, provocando así el efecto de transparencia en gran magnitud.
Todas estas características, juegan un papel determinante con un conjunto de formas muy innovadoras, y muy inusuales.
El diseño de este museo se consideró desde el principio como un elemento fundamental para alcanzar el nivel de excelencia artística, en la esfera internacional al que este proyecto aspiraba. Poniendo en tapete la escultura de una silueta singular y materiales sorprendentes.
Frank Gehry es tan solo uno de los arquitectos que forman parte de la extensa lista de quienes han hecho del siglo XX, el siglo de la vanguardia en lo que a la arquitectura respecta.
Siendo parte de la expresión de una gran novedad constructiva con idea de progreso. Es por ello que la vanguardia buscará en todo momento dar importancia a un concepto innovador dentro de la arquitectura.