La necesidad de desarrollar una nueva política habitacional en Rep. Dominicana se sustenta en la propia dinámica y complejidad que caracteriza a la sociedad dominicana.
La vivienda social establecida hace mas cuatro décadas y que ha sido replicada año tras año, cumplió ya el objetivo de activar el sector de la construcción y con ello dinamizó la política económica, pero no atendió los estándares de calidad y seguridad que exigía una parte importante de los dominicanos.
Al ver esa política habitacional, enfocada supuestamente hacia los sectores más desposeídos, vislumbramos que se construyó bajo los imperativos de estabilizar las demandas sociales y de generar empleos, todo ello, con criterios macroeconómicos y sin enfoque ni en la familia, ni en los requerimientos socioeconómicos de las masas pobres.
Por tanto, la nueva política que ha de implementarse tratará, en esencia de lograr el mejoramiento de la calidad de la vivienda, garantizando la integración social que permitirá alcanzar la impostergable meta de, en un plazo de cuatro años, disminuir el déficit habitacional del 20% de los más pobres de la población dominicana, aumentar la superficie de las viviendas sociales a 80 metros cuadrados y que contarían con un mínimo de dos dormitorios, eventualmente ampliables a cuatro, con sala de estar, cocina y un baño. Además se pretenderá revertir la actual segregación social, que se producen en las grandes ciudades, mejorando la calidad de las viviendas y barrios actualmente existentes y prosiguiendo con el apoyo estatal a los sectores vulnerables a través del subsidio habitacional.
El costo económico de esta nueva política habitacional es difícil de implementar dado el monto de esta mega-inversión, pues el gobierno deberá optar por asignar inicialmente un porcentaje del PIB para destinarlo, en su mayoría, a la otorgación de 30 mil subsidios para reparación, 20,000 para construcción y 20,000 para ampliación por año, por lo que dicha inversión debería rondar en el primer año por el orden de 300 millones de pesos mensuales.
Los objetivos en el primer año serán netamente cuantitativos, enfocados a sanear el déficit habitacional e implica contener el déficit de viviendas, tal como expone el sitio web dominicano https://www.consultas.com.do
Con esta política, el estado mejorara la calidad de las viviendas y el nivel de vida de los pobladores, pero sobre todo pesará para que el gobierno, a final de los cuatros años pueda decir que se alcanzó la meta fijada: reducir el déficit en un 32% o sea haber ejecutado 320,000 soluciones en los tres programas fundamentales. Otra modalidad lo constituirán los campamentos, donde familias comenzarán a vivir en casas acogidas al sistema de Vivienda Social Sin Deuda, que esquemáticamente se define como una estructura de una vivienda económica, de buen estándar y que contemple efectivamente que las familias sean quienes completen sus viviendas a partir de un módulo base de calidad, digna y ampliable.
La esencia de la nueva política es precisamente dejar de mirar los millones de pesos que se necesitan para contener el déficit habitacional, para asistir urgentemente a los cientos de miles de familias dominicanas que sobreviven bajo esta agobiante problemática. El tema del acceso a la vivienda requiere abordar la calidad de la solución y ello implica mejorar su área de superficie, con el medio ambiente, con la tecnología constructiva, pero también tiene que ver con el protagonismo que las familias deben adoptar para lograr la posibilidad de organizarse, de ahorrar, de elegir el barrio donde van a vivir, de convivir con sus vecinos.
Para este fin, el nuevo Plan Nacional de Viviendas propuesto, que constituirá uno de los ejes del programa de Gobierno del compañero Hipólito Mejía , establecerá que las viviendas sociales tendrán un mínimo de dos dormitorios, ampliables a cuatro, gracias a un aumento de 15 sueldos mínimos en los subsidios (RD$75,000). Además, se pretende, entre los años 2012 y 2016, entregar 320 mil soluciones habitacionales con los nuevos estándares de calidad. El obstáculo más desafiante será cómo lograr que esos estándares de calidad y cantidad, permitan a los sectores más vulnerables vivir dentro de las ciudades y no en asentamientos hacinados periféricos.
Calidad y cantidad deben ser abordados bajo un concepto de integración social, de manera que las personas no sólo tengan una casa, sino también acceso a servicios básicos, como agua potable, drenaje sanitario, saneamiento ambiental, electricidad, recolección de desechos sólidos, entre otros. Expertos consultados señalan que el gran problema que enfrentará la nueva política habitacional será el sujeto, el entorno y la calidad del producto, pues sabemos que los terrenos en la periferia de la capital son los que están al alcance de este esquema de subsidio mejorado, pero no en los terrenos más demandados, o sea aquellos cerca del diario transcurrir de los habitantes de las grandes ciudades.
Realmente quienes definen, finalmente las políticas en materia habitacional, son los mismos sectores e intereses involucrados y en este sentido los eternos ausentes son los pobladores, que son los que sufren las decisiones, pero no las toman. Mientras no cambiemos esto no podemos hablar de nueva política habitacional en la Rep. Dominicana. Un reciente estudio manifestó la demanda de los dominicanos por un cambio fundamental en materia de Vivienda y Desarrollo Urbano que incluya aspectos tales como el resolver el déficit habitacional, el tema de la calidad de la construcción y como evitar la conformación de los asentamientos hacinados.
A la luz de los resultados de este estudio, se deberá preparar un proyecto de ley, que asegure terrenos para viviendas sociales en todos los municipios del país, que mejore los asentamientos que tienen viviendas sociales y que garantice el acceso de los más pobres a los suelos, sin discriminación. La nueva Política de Vivienda en Rep. Dominicana perseguirá el Mejoramiento de la Calidad e Integración Social contemplando básicamente:
- Entregar 80 mil soluciones anuales para ampliar, reparar y mejorar las viviendas existentes.
- Reducir el déficit habitacional del 25% de los sectores mas desposeídos con la entrega de 20 mil subsidios para la construcción.
- Recuperar 30 barrios marginados de la ciudad capital a través del Programa «Barrio Nuevo».
- Favorecer la integración social de los beneficiarios y de las entidades comunitarias organizadas posibilitando una mejor focalización de las viviendas sociales.
- Aumentar los estándares de calidad y tamaño de las viviendas a partir del año 2012: casas y/o apartamentos de 60 metros cuadrados ampliables a 80 metros cuadrados.
Crear el Fondo de Garantías que permita obtener casas sin deuda entregando un subsidio de RD$75,000 y con un ahorro previo de RD$100,000 por parte del beneficiario. - Promover un proyecto de reforma a las leyes que regulan la naturaleza, operación y fiscalización de las entidades vinculadas al sector vivienda.
- Dotar al nuevo Ministerio de la Vivienda y de Asentamientos Humanos (MIVAH) del 15% del patrimonio de los fondos de pensiones para financiar 20,000 viviendas por año.