Los estilos minimalistas nos incitan a optar por los diseños más sencillos posibles por lo que las duchas sin puertas son una excelente propuesta para decorar baños contemporáneos.
En estos tiempos modernos las duchas han reemplazado casi por completo a las bañeras, incorporando sistemas de hidromasaje que ofreciendo momentos de relax realmente confortables, y decoraciones mucho más ligeras y minimalistas.
Las duchas con mamparas de cristal se han convertido en toda una tendencia en decoración de baño. Una propuesta no solo sumamente estética y elegante, sino también muy practica ya que las mamparas son más higiénicas que las cortinas y mucho más cuando se trata de un material de fácil limpieza como lo es el cristal.
Pero ahora, la última tendencia en decoración de baño nos propone seguir simplificando los diseños e ir por las duchas sin puertas. Es cierto que no se trata de una propuesta apta para todo tipo de baños, como todo tiene sus ventajas y desventajas, pero en cuestiones estéticas es perfecta para encajar en baños minimalistas.
Las duchas sin puertas podrían parecer una buena idea para decorar baños pequeños ya que serian una alternativa a las puertas correderas o corredizas – olvidémonos por completo de las puertas abatibles que tanto lugar nos demandan – pero la verdad es que no siempre lo es. Una de las desventajas que tienen las duchas sin puertas son las salpicaduras de agua por lo que si la ducha no esta bien ubicada, en un baño pequeño podría arruinar toda la decoración.
Al quitar las puertas estamos simplificando el diseño pero también le estamos restando practicidad al baño ya que estas sirven para evitar que las salpicaduras de agua se dispersen por el ambiente. Es por eso que si vamos a optar por una ducha sin puerta debemos asegurarnos de que haya un espacio vacío de aproximadamente 50 cm hacia los cuatro lados para evitar daños en los muebles o accesorios. Además, este espacio permitirá a la persona disfrutar de un baño más cómodo posibilitándolo a moverse y estirarse con total libertad hacia todos lados.
Otra buena idea es levantar una mampara de un lado y colocar por detrás de ella los muebles y sanitarios que puedan dañarse con el agua, siendo que además impedirán que estos se ensucien con las salpicaduras y que tengamos que limpiar el baño después de cada ducha. Puedes optar por una mampara de cristal para una vista estética más delicada, o una mampara recubierta de cerámicas y azulejos para mantener la privacidad e intimidad del momento.
De cualquier forma, es muy recomendable que siempre levantes una división de algunos pocos centímetros de alto al borde del espacio destinado a la ducha para así evitar las inundaciones. Asegúrate también de que esta cuenta con un buen drenaje de modo que el agua no se estanque. Las duchas con puertas son una alternativa moderna que ofrece excelentes resultados en cuanto a decoración estética, pero se deben tomar los recaudos necesarios para que también sea igual de práctica e higiénica.