Si ya tienes una piscina en tu hogar, el próximo paso es instalar una pérgola, la cual le proporciona una protección contra el clima manteniendo el agua en buen estado por más tiempo y permitiéndote disfrutar mucho más de ella.
Con una pérgola podremos ponerle punto final al dilema del sol fuerte o las lluvias pasajeras que nos obligan a abandonar nuestros momentos en la piscina.
Lo mejor es que estas pérgolas tienen la capacidad de proteger la piscina y, como ya dijimos antes también de mantener el agua limpia por un mayor tiempo, sin afectar la imagen estética del lugar sino todo lo contrario, aportando toda su belleza y estilo.
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Pérgolas para Piscinas
Pérgolas de madera para la piscina
Las pérgolas para piscinas se presentan en una gran cantidad de diseños, esto nos permite disfrutar de muchas posibilidades diferentes en materiales, colores y tamaño.
Generalmente las más elegidas son las pérgolas de madera que por la naturalidad de su material le da un aspecto más rustico y campestre a la piscina, complementándose con otras plantas o enredaderas.
Pero también están quienes prefieren los estilos más modernos y minimalistas por lo que las pérgolas de aluminio también son una muy buena opción.
Ejemplos de pergolas para la piscina
Elegir el material de la pérgola de piscina
Al elegir el material de la pérgola de piscina es importante que tengamos en cuenta que este va a estar con contacto con el agua y la humedad, por lo que debe tratarse de un material que sea resistente a ellos.
Igualmente por lo general las pérgolas están preparadas para estar expuestas a la intemperie, y por ende a la lluvia, pero en estos casos necesitamos de materiales más fuertes y duraderos.
Las pérgolas para piscina pueden cubrir completamente esta zona, creando así un espacio 100% techado donde poder disfrutar de los días de verano sin que el sol se convierta en una molestia.
Pero lo cierto es que también necesitamos de el para que el agua se temple y se torne más calida para el baño por lo que lo ideal seria que la pérgola de piscina este compuesta por lamas corredizas, permitiendo así que los rayos del sol pasen por ellas pero en un nivel más delicado.
Por otro lado también tenemos la alternativa de no cubrir completamente la piscina, sino de colocar la pérgola mitad piscina – mitad jardín.
Quizás queremos disfrutar de una zona de sombra en el jardín donde se encuentran las tumbonas y la mesa para poder descansar recostados en ellas sin que el sol nos produzca quemaduras en la piel, y en esos casos
¿Para que ir por dos pérgolas diferentes cuando podemos compartí una?
De esta forma permitiremos también que la piscina reciba algo de sol para los días más fríos. La decoración de tu jardín con piscina no estará completa sin una pérgola ya que solamente con ella podrás disfrutar de una verdadera zona cómoda y confortable donde relajarte disfrutando de la naturaleza.
