Cimentaciones corridas.
El uso de cimentaciones corridas es muy común sobre todo cuando se trata de edificios o casas-habitación con estructura libre o especial; se pueden inclusive tener una combinación de concreto y piedra, si el terreno es suficientemente resistente para soportar ducha carga. Hay puntos en toda la estructura de la cimentación que se tiene una superposición de cargas (en un cruce de ejes) que se debe tomar en cuenta y que puede ser necesario el empleo de refuerzos (dados).
Si se tiene un terreno poco resistente se utilizara, por supuesto, la cimentación corrida, la cual se presta tanto para el tipo de estructura de muros de carga como para una estructura sobre columnas; en el caso de cimentación de un muro de carga la zapata se diseña y calcula por flexión y adherencia, calculando su superficie de acuerdo con la resistencia o fatiga unitaria del terreno; si la cimentación es para una estructura sobre columnas, la liga debe hacerse por medio de contratrabes, las cuales soportan los esfuerzos de flexión producidos por la reacción del terreno y las transmiten de reacción a las columnas.
El armado de una contratrabe es contrario al de una trabe ordinaria; su proporción o relación de esbeltez puede ser mayor que en una trabe (si en una trabe la altura = 3a. En una contratrabe puede ser 4 ó 5a) y el cálculo es similar al de la trabe de la estructura y sus máximos esfuerzos son los producidos por la flexión, aunque debe revisarse el esfuerzo cortante para tomar convenientemente la tensión diagonal según el cálculo y diseño del armado. Para la cimentación de concreto armado de colindancia no solo se tienen las soluciones que en la de piedra, sino que puede haber diferentes recursos para evitar el volteo. Generalmente se toma por medio de una trabe llamada de volteo, colocándose en el extremo de la zapata de colindancia para contrarrestar cargas descentradas o no colineales, y que se apoya en las contratrabes normales produciendo en estas una concentración adicional de cargas, pero se deberá tomar en cuenta dicho esfuerzo adicional.
También se puede resolver la cimentación de colindancia remetiendo dicha base evitándose las cargas descentradas, obteniendo la cimentación normal o completa, o sea logrando la zapata común y corriendo la losa hasta la colindancia en forma de voladizo al igual que las contratrabes y trabes de la estructura. Cuando no es posible sustentar la construcción mediante zapatas corridas o estas son de sección bastante amplias que se juntan en sus extremos es conveniente y necesario hacer uso de la losa de cimentación; o sea la losa de base estaría en el caso si aumentásemos las cargas; entonces se ampliarían las zapatas de cimentación hasta llegar a un punto en que se juntarían los entreejes; por lo tanto, tendremos que la losa cambia totalmente su forma de trabajo, ya que en vez de estar haciendo la función de volado se le puede hacer trabajar como losa apoyada en las contratrabes, con el objeto de no tener espesores muy grandes en este tipo de cimentación.
Su cálculo y armado es igual al de una losa normal. Se hace a base de la reacción del terreno como carga, considerándola como losa común ya sea apoyada simplemente o bien perimetralmente; según la relación de sus lados, su armado ira en la parte superior para momentos flexionantes positivos y en la parte inferior para negativo, el armado de la parte interior deberá llevará un recubrimiento mínimo de 5 cm (será continuo en toda la superficie y estará en contacto casi directamente con el terreno con posibilidad de tener humedades si no se le protege debidamente). Existen desde luego las contratrabes para repartir las cargas; en ocasiones el peralte y armado de estas losas de cimentación es muy fuerte debido a las grandes fuerzas que actúan sobre ellas (con un mínimo de 3 a 4 ton /m² en comparación con una losa común que generalmente carga de 350 a 450 kg/m² como máximo). Cuando se tiene una losa común sobre las contratrabes, será conveniente tener registros para poder rescatar la cimbra del colado de la losa. Gracias al colaborador Aquino Ortiz M. por enviarnos esta interesante información.