Se trata de una pequeña ventana que se instala en la parte superior de una pared o en el techo, para ofrecer al área en donde se instala mayor luminosidad y esteticismo.
La luz que transfiere estas ventanas desde el techo es mucho mayor a la que podría transmitir una ventana normal de pared.
Es elaborada a base de vidrio y ofrece al área en donde está situada una sensación de mayor espacio. Aunque suelen ser muy parecidas a las claraboyas y a las ventanas de techo, estas son muy diferentes en cuento a su formato y al nivel de inclinación de los tejados en donde estas se colocan. Ahora bien, las ventanas de techo son muy recomendadas para desvanes y la última planta de los chalets. Por otro lado, las claraboyas son perfectas para todo tipo de techos planos, ya que los zócalos pueden ser cuadrados, redondos o rectangulares. Los tragaluces están conformados por tubos flexibles y fijos que transportan la luz natural desde el exterior al interior de la edificación.
Generalmente se pueden encontrar en el mercado con una medida estándar de 20 a 25 centímetros y de 50 a 54 centímetros. Estos pueden llegar a iluminar hasta 15 y 8 metros de profundidad. Son muy recomendables para vestidores, baños, pasillos, zonas oscuras, etc. Este tipo de ventana se consigue a un buen precio, son muy fáciles de instalar y de limpiar, ya que se limpian fácilmente con el agua de la lluvia. Es muy duradero, resistente y tiene un buen sellado que evita el paso de polvo, goteras e insectos al interior de la edificación.