Arquitectura Visual. Estos modos de experimentar el medio ambiente nos sirven para recordar de manera en la que el objeto arquitectónico esta abierto a los diferentes niveles de percepción. A diferencia de otras artes, la arquitectura posee una capacidad única para ser percibida por todos los sentidos.
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Arquitectura Visual
La forma de la arquitectura visual
El movimiento del aire, la acústica, la temperatura ambiente y el olor son todos factores que afectan nuestra sensación de los espacios, y las superficies son obviamente parte de la percepción táctil de la arquitectura, como lo es la forma visual.
La mayoría de las personas pueden recordar como las afecto el peralte de una escalera y el ritmo involuntario que esto le impone al cuerpo.
Algunas relaciones entre el peralte y la huella parecen raras y otras graciosas, ya que determinan nuestro impulso y sentido de equilibrio. Igualmente crucial para esta percepción son los materiales con los que esta escalera esta recubierta, de manera que la experiencia total es la combinación tanto del acabado de la superficie como la de la trayectoria misma.
Arquitectura visual y naturaleza
Esta capacidad táctil de afectar la naturaleza de nuestra experiencia puede ser la expresión de cierta secuencia jerárquica que tenga tonos simbólicos particulares. Basta con decir que en cada caso el privilegio que se concede a la vista se complementa con las sensaciones táctiles inescapables cuando la plataforma cede ante el peso del cuerpo y la roca lo resiste.
Sentido cultural e histórico de la arquitectura visual
En un sentido cultural e histórico, lo que es importante aquí es la calidad del énfasis que se dio a la vista racionalizada, en la arquitectura del Renacimiento. Ciertamente es significativo saber que perspectiva significaba originalmente ver a través o ver con claridad.
Es bien conocido que, después del siglo quince, esta construcción intelectual ejerció una influencia considerable sobre el desarrollo occidental. En su forma más reductiva, este modo de percepción enfatiza la representación formal a expensas de lo táctil.
Aquí, una vez más se tiene que buscar cierta complementariedad entre los dos polos, que permita por tanto una critica de lo visual en términos táctiles y viceversa. La implicación es que el ser como totalidad tiene una mayor capacidad de resistencia que la bien conocida liga de simbiosis que conecta el estimulo visual con la información en lugar de con la experiencia.
No se puede evitar el enfatizar, de paso, sobre la privatización de la sociedad moderna y de cómo esto es contingente con la recepción universal de la televisión como la información y el declinamiento general de la arquitectura como experiencia.