Las incubadoras, una forma de fabricar una “madre”
Las formas naturales de nacimientos de los polluelos incubados por la gallina han sido remplazas por los aparatos creados por el hombre de forma artificial. Las incubadoras caseras solo son un cajón cerrado con temperatura estable que imiten los niveles generados por la temperatura corporal de las gallinas.
Las incubadoras caseras se suelen “ambientar” con la temperatura generada por lámparas incandescentes colocadas en la parte superior del cajón. Un reloj automático que controle la temperatura regulando la misma es fundamental para tener éxito y que nazcan de forma normal todos los polluelos.
La puerta o tapa de la incubadora casera tiene que llevar una superficie vidriada para poder controlar desde afuera –sin abrir el cajón- el proceso de nacimiento de los polluelos. Hay relojes automáticos de temperatura que tienen una alarma sonora que avisa si la temperatura de la incubadora baja bruscamente. –como en el caso de que se queme el filamento de la lámpara generadora de calor-