Las parrillas, el placer de cocinas a la vista.
Los leños crepitando al ser encendidos, los carbones convertidos en brasas y las carnes de distinto tipo que van cambiando de color hasta que el parrillero o “asador” considera que ya está en su punto exacto de cocción el alimento es una experiencia divertida que se puede disfrutar frente a una parrilla.
La construcción de una parrilla es sencilla y se puede elegir la medida adecuada para la cantidad de comensales que se pretenda agasajar con una “parrillada”. El ancho de una parrilla suele ser de 50 a 60 centímetros de profundidad por el largo que se considere necesario. En una parrilla de 60 centímetros de profundidad por 1 metro de ancho se puede cocinar –de una sola vez- carnes para 40 o 50 comensales.
Hay diseños de parrillas que tienen sectores separados para poder colocar dos o tres parrillas independientes para darles distintas alturas de cocción, o para destinar un espacio de encendido de carbón o leños para ir agregando debajo de la parrilla manteniendo una temperatura uniforme.