Relaciones diafragmáticas: El hígado está casi enteramente oculto por la pared torácica. Se relaciona arriba y adelante con el diafragma, separado de éste por el receso subfrénico, dividido en dos por el ligamento falciforme: a la derecha se relaciona con la cavidad pleural derecha y con la quinta costilla en la espiración forzada; a la izquierda se relaciona con la pared abdominal, con el proceso xifoides del esternón, con el pericardio y la cavidad pleural izquierda.
La porción posterior de la cara diafragmática se relaciona con el ligamento coronario, la vena cava inferior, las venas hepáticas, el lóbulo caudado y el ligamento triangular izquierdo.
Relaciones viscerales: Se relaciona con las vísceras supracólicas y retroperitoneales derechas. A la derecha del porta hepático el hígado se aplica sobre la flexura cólica derecha y la parte inicial del colon transverso, así como se relaciona con el duodeno. Más atrás y medialmente se relaicona con el riñón y la glándula suprarrenal derecha. A la izquierda se relaciona por delante del omento menor con la flexura superior del duodeno, el colon transverso y la cara anterior del estómago; y por detrás del omento menor con la transcavidad de los epiplones.
Relaciones del borde inferior: Este borde forma uno de los lados del triángulo de Labbé en el epigastrio. Gracias a Carlos Mejía Ureña por colaborarnos este artículo para ser publicado en ARQHYS.com.