Arquitectos racionalistas. En 1921, levanta la iglesia de Rainey. Durante la primera mitad del siglo este templo fue la lección mas clara a favor de una renovación autentica de la arquitectura religiosa y de su necesidad de libertad de libertad del lastre de los estilos históricos. Después de la segunda guerra mundial realizo la reconstrucción de ciudades enteras.
Arquitectos racionalistas
Peter Behrens.
Uno de los primeros exponentes del racionalismose encuentra en el movimiento alemán denominado Werkbund, cuya orientación general tiende a una fusión de los principios del Arts and Crafts con las nuevas innovaciones mecánicas, fruto del empleo de los nuevos materiales y sus condiciones técnicas.
El principal arquitecto de esta tendencia es Peter Behrens que, contratado por la empresa AEG como proyectista, constructor y diseñador de los productos que fabrica la casa, en 1909 construye para ella la famosa fabrica de turbinas en Berlín.
Los materiales que emplea para su construcción hierro y vidrio no eran nuevos, aunque por primera vez fueron utilizados aquí de manera apropiada a su función y a la estructura del conjunto, con lo cual se elevaron a categoría artística.
Los apoyos se alzan en una línea oblicua, la gran ventana sostiene el marco de la cubierta, y solo las esquinas se rellenan en hiladas horizontales. De esta manera, el metal se sostiene a si mismo y sostiene a las ligerísimas superficies de cristal.
Hans Peolzig.
La monumentalización de las formas unitarias, propias de Peter Behrens, es también característica de Hans Poelzin (1869-1936). Su dedicación al edificio industrial se apoyaba sobre la convicción de que solo en este terreno de la construcción poseía el arquitecto la libertad para trabajar con formas especificas puras.
Un ejemplo de ello es la torre de agua que erigió en 1911 en Pose. En ella se hace visible la construcción en acero; los valores expresivos son el resultado del escalonamiento rítmico del cuerpo constructivo, que parece un monumento.
Adolf Loos.
Adolf Loos, nacido en Brno en 1870 y fallecido en 1933 en Viena, fue uno de los primeros arquitectos que se rebelaron contra las tendencias decorativas del modernismo.
Niega radicalmente todo decorativismo. La belleza afirma debe conseguirse por medio de un juego armónico de superficies y volúmenes. Esta economía de medios es el exponente de una madurez expresiva que desprecia los elementos ornamentales superpuestos, no esenciales.
La consecución de belleza debe lograrse a partir de los elementos básicos e imprescindibles de la construcción. Todo cuanto se añada no tiene razón de ser e indica incapacidad.
Propugna una arquitectura simple a base de planos, combinados de tal modo que determinen un espacio enmarcado entre ellos, pero no cerrado, sino en contacto con la naturaleza.
El volumen del edificio no se enfrenta al espacio exterior, sino solo la estructura. Siguiendo estos principios, Loos construye en 1912 la casa Shen en Viena.
Cada piso tiene una planta de diferentes dimensiones: el piso bajo la mayor, el mas alto la menor. Es posible que el bloque escalonado surgiera por influencias del edificio mediterráneo con terraza. Lo que primero llama la atención es la falta de fachada representativa.
El bloque no es ya una zona cerrada, enmarcada verticalmente por los dos bordes extremos y horizontalmente por el suelo y la línea de cubiertas, sino que una parte de este cubo, concretamente los dos escalones o gradas, esta cedida por el arquitecto al espacio, de forma que se hace visible la acción mutua entre este y el volumen. (Fuente oficial del articulo: Enciclopedia CEAC, del encargado de obras «historia de la arquitectura».)